Los hábitos alimentarios y el tipo de comida influyen en el humor. Una dieta restrictiva causa irritación; comer sano hace sentirse bien.
Lo que
comemos cambia la manera en que pensamos y sentimos
Los
estados de ánimo influyen en el apetito y en los hábitos alimentarios. Y la
comida, a su vez, influye en el cerebro y en el sistema nervioso central.
Aunque parezca increÃble existe una estrecha relación entre la mente y la
comida. Y esta llamada “nutrición emotiva” se basa en dos principios
fundamentales de la nutrición ortomolecular:
1) Una
vida emocional equilibrada favorece hábitos alimentarios saludables y
enriquecedores.
Este
principio considera que el equilibrio emocional conduce al equilibrio nutritivo
y previene los ritmos de alimentación disfuncionales. Cuando la persona está
centrada emocionalmente tiene la fuerza interior necesaria para adaptarse a una
nutrición de máxima eficacia y hacer frente a imprevistos más o menos
desagradables.
2) Los
hábitos alimentarios influyen en los estados de humor. Según este principio, la
selección inadecuada de alimentos afecta el estado emocional de la persona.
Ahora
bien ¿qué aspectos hay que tener en cuenta para no estar de mal humor por
nuestra alimentación?
Mirada
integral
Si un
plan de alimentación es carente de energÃa, de nutrientes, inadecuado a los
gustos y horarios de la persona y además tiene prohibiciones, no sólo producirá
mal humor sino que favorecerá la no adherencia a esta dieta. Entonces, no sólo
hay que tener en cuenta aspectos relacionados al abordaje nutricional sino
también las actitudes que desarrollará la persona para afrontar la dieta y
mantener el cambio de alimentación y de estilo de vida.
Decisión
y compromiso
Actualmente,
la terapia motivacional, la psicoeducación y la terapia cognitiva conductual
son modalidades de abordaje que cobran fuerza. Se busca que los pacientes
analicen las ventajas y desventajas de cambiar. Sólo a partir del momento en
que el paciente tome la decisión y el compromiso de iniciar un proceso
terapéutico con responsabilidad podrá llevar a cabo acciones que produzcan
cambios en su conducta, sin quedar atrapado en la repetición e insatisfacción
que afectan el estado de ánimo.
Lo que
comemos cambia la manera en que pensamos y sentimos.
Podemos
ser manipuladores de nuestro estado de ánimo y agudeza mental tan sólo con lo
que comemos y en el momento en que lo hacemos, y los efectos pueden suceder
rápidamente. Sin embargo, la mayorÃa desconoce la estrecha relación que existe
entre el humor y la elección de los alimentos. Por eso se analiza el estado de
su salud en forma disociada y no de manera integral,
Separamos
la alimentación de nuestro estado de ánimo, de la actividad fÃsica que hacemos
o sin tener en cuenta la vida sedentaria que llevamos. Pero en el organismo
todo se relaciona, y esta relación es la que determina nuestro estado de salud
y nuestra dieta puede determinar nuestro estado anÃmico en forma clara.
Existen
al menos cuatro aspectos a tener en cuenta cuando se habla de la relación entre
la alimentación y el estado de ánimo: 1) si la persona está haciendo dieta para
bajar de peso; 2) si mantiene una alimentación sana pero muy baja en calorÃas;
3) si consume comida “chatarra” o lo que sabe que le hace mal y 4) los estados
emocionales al momento de la ingesta porque estos inciden en los
neurotransmisores.
Imposiciones
externas
En el
análisis de la relación entre el estado de humor y la alimentación hay que
dejar de lado todos los estados de ánimo que aparecen al realizar una dieta
para adelgazar. ¿Por qué? Porque es sabido que cuando una persona comienza una
dieta para adelgazar le puede causar irritación, mal humor, melancolÃa, y hasta
exacerbar la depresión. Dependerá del tipo de dieta y de la restricción
calórica que tenga. Aquà los cambios de humor tienen que ver con las
imposiciones externas.
Pero a no
ponerse tristes, ya que hay alimentos que ayudan a mejorar los estados
emocionales: el pescado de mar y los mariscos, por ejemplo, equilibran el
ánimo, y los alimentos dulces levantan el bajón que produce la caÃda de
serotonina en sangre.
Causas
alimentarias que cambian el ánimo
- Bajo
nivel de azúcar en sangre.- Cuando baja el nivel azúcar aparece la fatiga y otros sÃntomas:
ansiedad, depresión, irritabilidad, cambios de humor, nerviosismo y ansias de
dulces, sudores, temblores, dolor de cabeza y disminución de la capacidad
mental. La dificultad para concentrarse o recordar es la primera señal que
precede al cambio de humor.
- Valores altos de acido láctico.- El ácido láctico está presente en la sangre durante los periodos de mucha actividad fÃsica o esfuerzo muscular. Los niveles elevados de lactosa conducen a un estado de ansiedad cuyos sÃntomas incluyen temblor, confusión, fatiga, irritabilidad y miedo, entre otros.
- Disfunciones hepáticas.- Cuando la glucosa cae bruscamente, el hÃgado empieza a trabajar para aumentar de nuevo los niveles. Alcohol, drogas, estrés, elegir alimentos inadecuados y los niveles altos de lactosa dañan los sistemas enzimáticos del hÃgado. Para desintoxicarlo es recomendable una dieta vegetariana.
- Sistema inmune en peligro.- El sistema inmunológico protege el cuerpo de las infecciones y rechaza la enfermedad. Pero cuando está agotado, o con una pequeña cantidad de estrés oxidante puede causar un cambio de humor.
- Intolerancia alimentaria.- Si se experimentan con frecuencia reacciones desfavorables a ciertos alimentos es posible que sea alérgico o que no se toleren esos productos. Se manifiestan con infecciones crónicas de los oÃdos, bronquitis permanente, disfunciones digestivas agudas y otras afecciones autoinmunológicas. Estas afecciones tienen un impacto negativo en el estado de ánimo, ya que producen ansiedad, depresión y sentimientos de excitación. Las alergias alimentarias pueden afectar la función mental y contribuir a disfunciones de las emociones y cambios de humor.
- Valores altos de acido láctico.- El ácido láctico está presente en la sangre durante los periodos de mucha actividad fÃsica o esfuerzo muscular. Los niveles elevados de lactosa conducen a un estado de ansiedad cuyos sÃntomas incluyen temblor, confusión, fatiga, irritabilidad y miedo, entre otros.
- Disfunciones hepáticas.- Cuando la glucosa cae bruscamente, el hÃgado empieza a trabajar para aumentar de nuevo los niveles. Alcohol, drogas, estrés, elegir alimentos inadecuados y los niveles altos de lactosa dañan los sistemas enzimáticos del hÃgado. Para desintoxicarlo es recomendable una dieta vegetariana.
- Sistema inmune en peligro.- El sistema inmunológico protege el cuerpo de las infecciones y rechaza la enfermedad. Pero cuando está agotado, o con una pequeña cantidad de estrés oxidante puede causar un cambio de humor.
- Intolerancia alimentaria.- Si se experimentan con frecuencia reacciones desfavorables a ciertos alimentos es posible que sea alérgico o que no se toleren esos productos. Se manifiestan con infecciones crónicas de los oÃdos, bronquitis permanente, disfunciones digestivas agudas y otras afecciones autoinmunológicas. Estas afecciones tienen un impacto negativo en el estado de ánimo, ya que producen ansiedad, depresión y sentimientos de excitación. Las alergias alimentarias pueden afectar la función mental y contribuir a disfunciones de las emociones y cambios de humor.
Por
Claudia Durán, claudia.duran@fibertel.com.ar – ccduran@intramed.net
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